Kawasaki Z900RS Cafe y BMW R nineT Racer, ¡dos formas diferentes de ser bella! [PRUEBA EN CARRETERA]

El japonés es practicado, el alemán es duro y puro, pero ambos tienen encanto de sobra.

Kawasaki Z900RS Cafe y BMW R nineT Racer Una doble prueba, más que una comparación, de dos motos de aspecto vintage y faros carenados. Una fórmula que se está imponiendo para conquistar a quienes prestan mucha atención al gusto estético, pero no sólo. Comparemos dos motos que interpretan el concepto de diferentes maneras: la BMW es más extrema, con medio manillar y una posición muy deportiva, manillar ancho y mucho confort para la Kawasaki
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Ya los conocemos en el pasado, el Z900RS en la versión "estándar" (Aquí encontrarás un artículo y un vídeo dedicados.), mientras que la BMW R nineT Racer en su presentación a la prensa, en el fascinante contexto de la ruta Targa Florio y junto a las versiones Pure y estándar (Aquí está el artículo, también en este caso completo con vídeo.). Ahora hemos tenido la oportunidad de situarlos uno al lado del otro, descubriéndolos muy similares en algunos aspectos, pero sorprendentemente muy diferentes en otros. Descubrámoslos en detalle.

Estética con “efecto sorpresa” para ambos
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Nos gusta más uno de los dos y, como buenos periodistas, intentaremos no haceros entender cuál, pero hemos descubierto que el público se divide entre los dos, esencialmente en números iguales. Para muchos gana el Racer, con su aspecto más extremo y agresivo, con el carenado que se extiende más allá del depósito, el semimanillar bajo y una silueta más cónica que confirma una vocación alineada con el nombre que se le ha atribuido. Sin embargo, muchos consideran que la Z900RS Cafe es irresistible y preferible a su rival teutónico. No sólo por su usabilidad, que veremos es decididamente superior, sino sobre todo por los dos, es el único que tiene una referencia tan fuerte a un antepasado que aún recordamos. La famosa Z1 900 de 1972, que nació carenada, pero que se podía personalizar, quizá con una pantalla como esta.

Evidentemente no a todo el mundo le gusta todo, porque cuando se trata de café racers, el gusto subjetivo es absolutamente libre de vagar y dar lugar a personalizaciones que lo satisfagan. Os recordamos que en ambos casos los respectivos fabricantes han incluido sus propuestas en la lista de precios, pero también han dejado mucho espacio para modificar y cambiar detalles que diferencian el aspecto de las dos motos. Algunos puristas, sólo para dar un ejemplo, encuentran mal el escape Kawasaki en su acabado satinado y preferirían uno negro, pero la lista de cosas que a cada uno de los que hablamos le gustaría cambiar es muy larga y muchas veces con informes que van desde en direcciones opuestas. Estamos precisamente en el ámbito de la subjetividad. Lo objetivo, sin embargo, es que ambos atraen muchas miradas de admiración. Las paradas en los semáforos o en el bar lo confirman, ¡algunos incluso se hacen una foto con una de las dos motos! Gracias a una gran atención al detalle, incluida la coloración. Para la R nineT Racer encontramos una decoración "racing", con los tres colores (azul, negro y rojo), que atraviesan longitudinalmente el carenado blanco. Mientras que la Kawasaki luce el clásico verde lima pastel, una vuelta a los orígenes, ya que en las motos más recientes ha sido sustituido por un verde diferente, un tono metálico más moderno.

Motores con características diferentes, pero con mucho gusto y placer similares.
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El nineT gira en torno al "viejo" motor Boxer "neumático" (aunque en realidad la refrigeración es mixta aire/aceite), que sin él habría sido retirado hace años. Perfecta para una moto de este segmento, obtuvo la transición a Euro 4 el año pasado, además de un carácter simpático y agresivo en su punto justo. El volumen de 1.170 cc da lugar a una potencia máxima de 110 caballos, que llega a 7.750 rpm, mientras que el par se sitúa en 116 Nm a 6.000 rpm. El control de tracción, como si fuera una muestra de respeto al estilo retro, es opcional (350 euros).

La Z900RS Cafe, por otro lado, es un clásico moderno "puro". De hecho, tiene un aspecto fascinante que recuerda a su antecesor de los años 70, pero bajo el capó deriva de la moderna Z900, motor incluido. El 4 en línea de 948 cc se suaviza respecto a la funbike de la que procede, además de hábilmente modificada en su estética, con aletas que simulan la refrigeración por aire. Capaz de generar 111 caballos a 8.500 rpm (14 menos que el Z900), ofrece un par que sin embargo se vuelve más sustancial en el régimen medio-bajo, alcanzando un valor máximo de 98.5 Nm a 6.500 rpm. Aquí, sin embargo, la elección de Kawasaki, frente a la Z900 que no lo tiene, fue equipar el RS (ya sea de serie o Café) con el KTRC de serie. Los puristas pueden hacer caso omiso, pero independientemente de que se pueda excluir, el control de tracción es una gran comodidad y, sobre todo, configurarlo en los niveles menos invasivos permite divertirse con los vehículos de una sola rueda, dejando la seguridad del electrónica para evitar inconvenientes desagradables.

Entre bóxer y "4 en línea" es una cuestión de gustos, porque si los dos motores son muy diferentes entre sí, cada uno de los dos tiene muchas razones para ser amado. Magnífico es el sonido del bicilíndrico de BMW, que tiene una vocación innata de "empujar siempre", empezando justo por encima del ralentí, con una voz y una entrega que crece hasta la zona del limitador. La Kawasaki de 4 cilindros más moderna del "RS" gana una elasticidad nunca antes vista, acelera bien incluso a muy bajas revoluciones, pero es en la parte alta del cuentarrevoluciones donde entusiasma y convence.

Subirse al sillín y descubrir que dos bicicletas muy similares son decididamente diferentes de manejar.
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Basta mirarlas con atención para notar las diferencias: la BMW parece una moto sacada del mundo de la competición de los años 70, con semimanillar bajo, una posición de conducción extrema y pocas concesiones al confort. Todavía puede transportar un pasajero, pero para ello es necesario montar los reposapiés y el marco específico (opcional), con una operación que, aunque sencilla, es decididamente más compleja que poner y quitar un "clavo monoplaza" encima. la parte del pasajero del sillín. Siguiendo en el terreno del sillín, el de la Z900RS Cafe se sitúa a 820 mm del suelo, 15 menos que el RS de serie, pasando a un perfil monoplaza, lo que le hace más atractivo visualmente, pero también la parte destinada a el pasajero es menos acogedor, pero mucho más utilizable que su rival, que normalmente es estrictamente monoplaza, como se ha dicho.

Además de los sillines, lo que cambia drásticamente entre las dos bicicletas es la posición de conducción. Incluso más cómodo que el modelo del que deriva para la Kawasaki, decididamente exigente para la Racer. Lo dijimos el año pasado, las muñecas se tensan con mucho cuerpo, pero para una persona de unos 180 cm, son incluso menos de lo esperado. De hecho, la posición es tan adelantada que el peso se descarga en gran medida apoyándose en el tanque, dejando a los brazos un papel más marginal. El Corredor tiene un enfoque "duro y puro" y parece querer decir en voz alta que "quien quiera parecer bella debe sufrir un poco". Una filosofía completamente diferente para el RS Café, que incluso se permite el lujo de una toma de 12 voltios debajo del sillín, un manillar muy cómodo que conduce a una postura casi demasiado erguida, mientras que el parabrisas no es un mero elemento de estilo, sino que es bonito, ancho y alto, garantizando un mínimo de protección aerodinámica.

La Z900RS Cafe es más cómoda que la R nineT Racer, pero también ofrece un chasis más refinado
Si en términos de estética y posición de conducción, el Racer parece el más extremo y deportivo, el RS Café se revela polivalente, mucho más que el BMW. De hecho, el chasis deriva del Z900 y no defrauda en absoluto, nítido y dispuesto a darte mucha diversión, con frenos y suspensiones que van mucho más allá de las expectativas más optimistas. Probablemente sea la mejor cafe racer, desde este punto de vista, que se puede encontrar en el mercado. De peso similar, que para ambas ronda los 215 kg en orden de marcha, las dos motos son extremadamente diferentes. De hecho, el Racer tiene un aspecto deliberadamente extremadamente bello y deportivo, pero un poco menos en sustancia. Una prueba de ello es la elección de utilizar la horquilla clásica, en lugar de la parte delantera de la nineT estándar (que en realidad es también la tope de gama de los 5 modelos), con barras invertidas y pinzas radiales. Sigue siendo una moto agradable de conducir, quizás para disfrutar de un agradable paseo por las carreteras adecuadas y con una posición de conducción que te anima a aumentar el ritmo, pero la Kawasaki es superior a ella en términos de conducción y precisión del chasis.

Precios, equipamiento y consumo.
La BMW R nineT Racer tiene un precio desde 14.500 euros, que pueden llegar a ser 17.250 eligiendo uno de los tres paquetes de acabados, Classic, Club Sport y Storm, que hacen que el aspecto de la moto sea aún más refinado y personal. Se puede elegir entonces llantas de radios (420 euros), o dos acabados contrastados y con soldadura vista o lisa para el depósito de aluminio (1.000 y 1.100 euros). La Kawasaki Z900RS Cafe se detiene en 12.290 euros, 500 más que el RS de serie en color negro, que sin embargo se reduce a 200 eligiéndolo en la versión bitono. Con la opción Performance se ofrece un paquete de accesorios que incluye protección del motor, depósito y escape Akrapovic (solo costaría 926 euros), con un interesante descuento para el cliente. En este caso el precio final es de 13.390 euros.

Pasando al consumo, los dos motores ofrecen excelentes prestaciones, con valores de potencia máxima muy similares y con una eficiencia muy cercana, a pesar de las dos arquitecturas diferentes. Hablamos de un valor idéntico de 5.3 litros cada 100 km recorridos (ciclo WMTC), con la misma capacidad del depósito de 17 litros. Una autonomía por tanto de más de 300 km, mientras que el consumo registrado en nuestra prueba rondaba los 17-18 km/l para ambos, con una ventaja mínima para la Z900RS, que si se utiliza con cuidado consigue hacer algo mejor que la Racer.

¿Nuestro veredicto?

Si desde el punto de vista estético nuestra preferencia siguió siendo la misma desde el primer vistazo hasta el momento de despedirnos de estas dos magníficas motos (depende de ti entender si por la Racer o por la RS Cafe), la opinión general ha cambiado varios veces, dependiendo del momento y no somos capaces de dar una respuesta determinada. Evidentemente la elección recaería en la Kawasaki para un uso diario y polivalente, pero la BMW tiene ese encanto y ese gusto de ser deliberadamente "dura y pura", más extrema y menos racional. Es por tanto una cuestión de gustos, pero también del tipo de uso que se quiera darle. Lo cierto es que, en su género, son actualmente los únicos dos comparables, a menos que se realicen modificaciones posteriores al mercado para equipar otras motos con el carenado de los años 360, con el que cubrir el faro.

Gianluca Cuttitta colaboró

5/5 - (2 notas)
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